Hay tantas veces en la vida que hablo antes de pensar que parece mentira
todas las noches que me dedico a pensar, imaginar, soñar en un estado
consciente y fantasear, contigo, conmigo, incluso de un nosotros. En los
tiempos que corren las personas se dedican a describir cómo será su
futuro antes de construirse un presente. En los tiempos que ahora corren
miramos a los adultos con cara de flipados pero en realidad una de las
pocas cosas que sentimos hacia ellos es la envidia, son las ganas de
crecer pero a la vez de permanecer eternamente en el lugar.
Eternamente en el lugar pero con las cosas bien puestas y colocadas de tal forma que nos hagan sonreír y no produzcan lágrimas indeseables, externas o en nuestro interior. A veces no somos conscientes del tiempo, de los cambios, día a día sigue todo siendo igual pero si miras atrás ves que no tiene nada que ver con lo presente, y llega la típica frase " ha pasado tanto tiempo desde el último verano que ya casi no recuerdo tu voz, la delicadeza con la que siempre te dirigías a mi, han pasado tantas cosas, tantas cosas han cambiado he aprendido que hay sonrisas que es mejor no perder de vista y que si te acostumbras a tener a alguien en tu vida, es demasiado difícil desacostumbrarse. Que no siempre las decisiones que tomas en un presente son las buenas para un futuro. Que cuanto más lejos estás más me cuesta respirar. Me he ocultado millones de veces observándote y después de todos los meses, aún no lo he admitido, sigo sin hacerlo, a nadie, nunca te miré ni deseaba estar a tu lado, que me sonrieras y mi mundo volviera a tener esa estabilidad que desde el día ese desapareció.
que bonita esa reflexion
ResponderEliminarposdata (ni la lei) jajajaja