Son todos iguales pero fuera de ese "todos" estás tú. tú con tu sonrisa comiéndote el mundo y comiéndome a mi... de vez en cuando. Jamás pensé que pudiera llegar tan lejos contigo y pensar que llevamos desde aquella noche de verano sin dejar de hablar un solo día... Siempre tengo algo que decir, siempre tienes algo que contarme, muchas veces me he parado a pensar si esto de que tu carácter y el mio sean tan sumamente parecidos es algo bueno... o algo no tan bueno. Tus días malos yo los arreglo, te hago sonreír, te hago olvidar que aun quedan un par de meses para volver a vernos y tú haces lo mismo con los míos, pero el día que coincidimos, que se nos juntan los días malos y ninguno de los dos tengamos las suficientes fuerzas para subir, para animarnos, para hacernos sonreír, ahí mi amor, tu y yo tendremos un problema y la única solución será sacar de nosotros mismos lo que no hay o esperar que el día siguiente salga el sol, o llueva y nos acurruquemos en tu sofá a ver cualquier película de la cual no me entere de la mitad.
El día que no salgamos adelante habremos acabado, y el día que acabemos me prometo hacerte un huequito en mi cabeza o en mi corazón, incluso podría hacerlo en ambos y me prometo no olvidarte porque personas como tu que no paran de hacerme sonreír se merecen eso y mucho más.
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