4 de octubre de 2012

voy a estar ahí, aunque no me veas

No escribo para que me leas, no sabes lo que me gusta una hoja en blanco un boli al lado y la mente abierta de par en par, ver tu nombre pasar por delante mía y pensar tantas cosas que te aburrirías de escucharme todo lo que te quiero decir. No escribo para que me leas ni  mucho menos, de hecho creo que si supieras todo aquello que pienso te asustarías, incluso pensarías que soy una obsesionada y es que no se te puede querer más fuerte, se me llena el corazón, el alma y todo lo que se puede llenar de sentimientos, de aire, de fuerza, pues se me llena cuando te digo que te quiero. Es una sensación e gravedad cero, como bostezar, tumbarse en la cama después de una noche larga, larga pero buena. Es una sensación de superioridad pero en ti misma, de haber avanzado haber crecido cuando te digo que te quiero y tu me respondes con cualquier cosa que a mi me llena más aun. Es verdad que me he dicho tantas veces cosas a mi misma... que me he prometido otras tantas y que he jurado algunas más pero no soy ese tipo de persona que cumple con lo que se propone y de hecho cuando me lo propongo ni si quiera lo consigo, es más como decir que no lo voy a conseguir... en ninguno de los casos y luego conseguirlo, lo coges con más ganas. No hay mejor cosa que ganarse las cosas con esfuerzo, es lo mejor que puedes recibir a cambio, lo que tanto te ha costado.


1 comentario:

  1. Me encantó. Yo, al igual que vos, no suelo cumplir con esas vanas promesas.

    Besos.

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