15 de abril de 2012

La oscuridad que hay en mi cuarto, de la que me percato después de horas con la pantalla de retroiluminación de mi portátil encima del escritorio, la taza de chocolate ya fría y la misma lista de reproducción que ya se ha repetido unas veinte veces, lo mejor es cuando por enésima vez he tecleado tu nombre en la barra de buscar en el chat, y para variar no estas. Cuando he visto tu perfil por si alguna chica que no soy yo te ha comentado y cuando está sonando la canción esa de "encantada de conocerte... " pues no, no estoy encantada, no me alegro de haberte conocido, desde el primer día que apareciste en mi vida y sin remedio te quedaste ha ido todo a peor, yo que creía que te olvidaría, que serías el típico de un fin de semana, el de medio mes, el de mes y medio y el de actualmente más de 200 días. 
Hace un par de días te lo dije, así con tono de ironía, "te odio", tu sin interés alguno preguntaste el motivo y yo con más tono irónico aun respondí con la típica frase esta de "por quererte tanto", sutilmente cambiaste de tema y sutilmente yo lo dejé pasar, tampoco me interesa mucho que sepas que por mi cabeza pasa la idea de no haberte conocido nunca, la de no haberte besado nunca, la de no haberte querido nunca, la de no haberte echado nunca de menos como lo estoy haciendo ahora y lo más importante, no haber llorado jamás por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario