Y derrepente ocurre, algo se acciona y estas completamente pillada por un imbécil de metro 80 que te aprecia menos que nadie, que no sabe ni tu estúpido nombre y tu, cuando pasa a menos de 50 metros te empiezan a temblar las piernas, empiezas a imaginar como seria todo diferente a como había sido anteriormente, ya no tendrás a un inmaduro de dos años más que tu, el típico pipiolo de sobresalientes que te lleve a cenar al restaurante con tenedores, ahora tendrás a un idiota con la chulería incorporada que te esconda delante de sus amigos, que haga como si no le importases nada, que cuando vaya por la calle diga, si, esta es la mia y te abrace cariñosamente solo cuando nadie os ve, el que hace que tu corazón estalle a mil por hora cuando haceis locuras, saltarse las reglas, y no permitir jamás que exista una rutina entre vosotros. Que poco a poco, con el paso de los días se vea obligado a admitir que realmente segnificas algo para él, y que cada día eres muchisimo más, que se ponga tierno en la cama después de haberte quitado la ropa en tiempo record y haberte dado placer, que permita que te quedes dormida en su pecho mientras te acaricia el pelo, que por una vez te diga esas dos palabras que suenan tan bien.
Que yo se que el es diferente al resto pero a la vez se que dentro de ti convives con un cabrón, un cabrón que sabe hacerme llorar pero que consigue hacerme sonreir cogiéndome de la barbilla y diciendome "volvemos a empezar, de cero, bién, sin ralladas ni movidas, te quiero".