Me encantaría convencerme de que todo va bien, va exactamente como a mi me gusta, tambien me encantaría decirte por enésima vez que volvamos a empezar, de cero, todo perfecto pero tambien sabria que a las dos semanas volveria a un estado de rutina, que tus ojos ya no brillarán de felicidad como aquel 23 de septiembre y que tus labios no me buscarán con las mismas ganas que aquel dia de enero, la víspera del día de reyes, cualquiera hubiera tenido una felicidad con un par de cubatas pero lo único que yo deseaba era que me buscaras con la mirada, como hacemos últimamente cuando aparezco entre mi grupo de amigas o al reves, tan solo quería que preguntaras por ahi si me habian visto, si sabian de mi, si sonreía o realmente te echaba de menos.
Pero tu y yo, lo nuestro, no es un juego, no se puede empezar una y otra vez hasta que o salga bien, o irremediablemente salga mal, somos diferentes y quizá esa idea sea la que argumente que nunca sea completamente feliz y quizá la misma que me impida llegar a serlo pero no lo puedo evitar, puedo aparentar ser una valiente pero tu ya sabes que te quiero y que si, que me derrumbo, que me importas mas de lo que aparento hacerlo y que me importas más de lo que eres capaz de creer.
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